Capitulo 3: Adolescencia
Por: Nessie
Tenía muchísima curiosidad. Caminaba detrás de Jake camino al jardín.
Me había llamado con su tono serio. Yo creía que se trataría de una regañina,
pero sin embargo Jake estuvo súper dulce conmigo. Me llevó a un bello prado
donde solían ir mis padres. La idea me hizo imaginar que aquello era una cita,
esto me hizo enrojecer y entonces escondí mis mejillas rojizas oliendo y
cogiendo algunas flores de espaldas a Jacob.
Esto..Ness- dijo con la voz entrecortada
¿Si? – dije sin mirarlo demasiado, entreteniéndome con algunas
margaritas y lilas para que no viera mis sonrosadas mejillas.
Se acercó despacio y me entregó un pequeño regalo envuelto en un
papel en tonos tierra que me recordaba a la Push.
-Toma este es tu regalo
-Gracias Jake – intenté ocultando mi entusiasmo.
Al abrirlo descubrí una pequeña pulsera decorada con un escudo de una
niña pequeña y un lobo. Me la puse enseguida.
-Me encanta, estoy deseando enseñársela a mamá, ¿vamos dentro?
-Un momento Ness, aún queda lo más importante –dijo nervioso.
Le miré curiosa.
-¿Te acuerdas de lo que hablamos en isla Esme? –continuó.
-No muy bien, refréscame la memoria –dije sinceramente.
-En…en…en isla Esme, los dos dijimos que nos queríamos mutuamente,
¿te acuerdas?-tartamudeó
Mis mejillas que se habían vuelto normales de nuevo, volvieron a
sonrosarse.
-Sí –dije avergonzada
-Pues…pues…tú estás creciendo y sinceramente te estás poniendo
preciosa y me preguntaba sí..-¿enserio? Gritaba mi interior, esto no me puede
estar pasando a mí, soy la chica más afortunada del mundo-me preguntaba si
querrías ser mi novia.
Un silencio inundó en ese momento el prado. Sí, sí, gritaba mi
interior. Pero mi conciencia decía que como fuera así papá me mataría..
-Jake..yo te quiero muchísimo pero..-dije muy tímida aunque no
conseguí continuar la frase.
-No quieres serlo –me interrumpió
-¿Sabes el tiempo que llevo enamorada de ti?, es solo que papá nos
mataría a los dos.¿Sería un amor secreto?
-Lo nuestro quedaría en silencio–dijo sonriendo feliz.
Después de esto se inclinó suavemente, sus labios rozaron los míos por primera
vez. Esas cosquillas de amor que sentía cada vez que lo veía desaparecieron.
Ese roce me hizo sentir que él era mío, solo mío. Entonces sentí su dulce y
cálido aliento en mi boca. y todo eso se convirtió en un dulce beso, nuestro
primer beso. Entonces él me siguió besando poco a poco el cuello, el brazo, la
muñeca, la mano…Entonces sujete su mentón con el dedo y subí su cabeza hasta
mis labios para volver a besarle
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